Mindfulness en Familia
SER humano es un camino de toda la vida…
Los comienzos de ese camino en la crianza, al amparo de vínculos significativos que contemplen necesidades física y afectivas esenciales constituye el terreno fértil para que el despliegue y fortalecimiento de cada ser humano único e irrepetible se vaya gestando.
De estas primeras relaciones también depende, en gran medida, el sentido que vamos adjudicando al mundo que nos rodea y los vínculos que se establecemos con el contexto y con nosotros mismos.
La importancia de una educación y crianza consciente y elegida se expresa en la frase de Thich Nhat Hanh.
Estando presentes de manera consciente y elegida en el vínculo con aquellas personas cercanas, que queremos y forman parte de nuestra vida podemos elegir nuestras respuestas y reacciones. Propender a una educación consciente para los hijos, sobrinos, nietos, etc., en donde el adulto pueda transmitir lo que realmente desea transmitir. Elegir el rumbo sin dejarnos llevar por la vorágine de la cotidianeidad y los hábitos automáticos.
Sabemos que los niños y adolescentes no solo aprenden de nuestros discursos sino también, y fundamentalmente, de nuestras actitudes, gestos, silencios, modos de comportarnos y afrontar situaciones.
Sólo ampliando nuestro nivel de consciencia sobre sobre estos aspectos podremos aumentar la capacidad e incidencia hacia reacciones más elegidas y menos automáticas e impulsivas.