A través de la práctica formal e informal con ejercicios concretos que permiten entrenar la habilidad de “darnos cuenta” dónde está nuestra atención, para poder redirigirla al foco que nos interesa. Implica ejercitación diaria y los cambios que se experimenten serán el resultado de la dedicación de cada uno.

Incorporar mindfulness a la vida diaria puede conducirnos a una nueva forma de relacionarnos con nosotros mismos y con lo que nos rodea, desde una actitud más amable y consciente. La práctica de mindfulness nos invita a abrazar la experiencia con todos los sentidos, “por ello es interesante experimentar sistemáticamente el cultivo del mindfulness en tu propia vida (…) [es una] nueva forma de relacionarte con tu propia experiencia” (Kabat-Zinn)

Todas aquellas personas que estén interesadas en hacer algún cambio en su vida pueden beneficiarse de la práctica de Mindfulness. Desarrollar la habilidad de prestar atención de manera consciente a lo que sea que esté ocurriendo permite elegir de qué manera responder a ello. “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta radica nuestro crecimiento y nuestra libertad” (Viktor E. Frankl). Por ello es que practicar Mindfulness cultiva la autorregulación y permite tomar las riendas de las elecciones en vez de ser dirigidos por el piloto automático.
Dado que consiste en una habilidad que beneficia a todos de distintas maneras, se realizan programas específicos para niños, adolescentes y adultos. Además se desarrollan programas específicos para el ámbito laboral y para centros educativos.