¿Cuánto tiempo te dedicas a escuchar atentamente mientras tienes una conversación con otra persona?
¿Puedes estar atento a las palabras, a los gestos, a la postura corporal y al tono de voz de las personas con las que te comunicas?
¿Cuánto tiempo te dedicas a la escucha y cuánto tiempo hablas?
La comunicación es una conexión verbal y no verbal con nosotros mismos y con los demás. En una conversación con otra persona puede ser que apenas un gesto, una palabra o postura corporal dispare asociaciones en nosotros. Pueden ser pensamientos, emociones, sensaciones corporales los cuales generan una conversación interna dejando en segundo plano la conversación externa.
Al estar atentos a la experiencia presente, a lo que sucede tanto fuera como dentro de nosotros, podemos notar nuestra conversación interna y elegir volver a llevar nuestra atención a la comunicación con el otro. A esto le llamamos “escucha atenta”, llevar nuestra atención una y otra vez al sentido de la escucha con una actitud de apertura a lo que sea que esté ocurriendo.
A partir de la escucha atenta, surge la posibilidad de responder de manera asertiva. Podemos definir la asertividad como la capacidad de decir lo que uno piensa, siente o necesita en el tono adecuado y en el momento oportuno.
A través de la práctica de la escucha atenta, podemos estar con mayor presencia frente a nuestros seres queridos y a las personas con las que nos relacionamos día a día.
“El don más precioso que podemos ofrecer a cualquier persona es nuestra atención. Cuando la atención abarca a los que amamos, florecerán como flores.”
Thich Nhat Hanh